viernes, 30 de octubre de 2009


Ambigüedad



Buscando alguna palabra que fuese lo suficientemente amplia para definir el sentimiento que me embarga, no se me ocurrió otra que AMBIGÜEDAD. Pongo a prueba, a modo de test la idea. A ver, ¿quien de ustedes (madre y argentina, claro) no se sintió embriagada de amor frente a la manito de su hijo mientras le daba de mamar o la mamadera? ¿Quién no tuvo instinto asesino después de una semana sin dormir, con los pechos dolientes, en el transcurso de la misma semana que la pregunta anterior? ¿Quién de ustedes no se emocionó con el primer garabato en papel (una incomprensible raya o varios rayones) que nos representa? ¿Quién de ustedes no quiso hacer la gran Zeus con el chiquillo en cuestión al replicar el mismo hermoso garabato con nuestro rouge (recién comprado, obvio) en el sillón del living? ¿Cuántas lágrimas derramamos en los inicios de clases (vale cualquier año, cualquier ciclo)? ¿Cuántas lágrimas derramamos el resto del año para que se levanten temprano para ir a la escuela? Y yendo un poquito más a fondo… ¿A quién de ustedes no se les cae una lágrima cuando escucha las notas de nuestro himno? ¿A quién de nosotras no se nos cae más que una lágrima cuando escuchamos a los políticos de nuestro país?

Si, definitivamente es ambigüedad. Te amo y te odio, como diría el gran Rubén Baldes, en alguno de sus temas, parece que la pasión es así, de los extremos… Y… ¿no será la vida ni más ni menos que la búsqueda constante del equilibrio?
PD El gran Rubén dice Te odio y te quiero, de Alesio y Yiso, un deleite, que lo disfruten... De yapa, imágenes de Costa Rica, de algún afortunado que viajó...