miércoles, 4 de noviembre de 2009




Imprevistos







Es corriente escuchar ante una muerte repentina, “qué corta es la vida” (Verdad de Perogrullo, si las hay, si es que Perogrullo sabía algo!). No sé cuál fue el disparador que me hizo pensar en esto. Circulando por mi cabeza (tipo puchinball, para ser gráfica) esto estaba, cuando con Sociedad y Estado llegamos a dictadura militar (caramba, más muerte) y con ella textos referidos al saqueo social, y emocional, e intelectual, y tantos otros saqueos. Volviendo a la línea de pensamiento, quiso el mismísimo destino que me además me encontrara con una maravillosa película (Hanami, Doris Dorrie, 2007) que también trata de la muerte.







A esta altura, mi querido lector/a estarás pensando “qué macabra esta mina!”, sin embargo lejos de ser macabra, no me refiero a la muerte más que como contrapartida de la vida. De hecho si nos morimos, es porque nacimos, ¿o no? Pero ahora llego a donde quería llegar. Imprevista. La muerte viene a romper con la rutina, con lo que sigue sin demasiado pensarlo, recorriendo el camino día a día, como hormiguita que sigue la fila, sin cuestionar demasiado, adelante, día tras día, hasta marcar el surco, seguro, previsible, siempre presente.







Hasta que un día ocurre eso, el imprevisto. Y no es necesario que sea definitivo (mortal, bah!). Un imprevisto, cualquiera sea, se convierte en una marca en el camino que te dice, ¿qué hacemos, seguimos, o vemos por otro rumbo? ¿O nos vamos un rato y después volvemos? ¿O decoramos un poco este camino, que de tanto verlo ya no lo veo (como la foto de cuando estabas flaca pegada en la heladera, que ya ni siquiera tus cohabitantes ven)?¿ O vemos, simplemente? Ver no es mirar. Acaso, ¿Podrías decir qué tenía puesto la primera persona con la que te cruzaste en la calle hoy? ¡Si no fuera porque usaba un Armani (¡) no lo hubieras registrado! ¡Jajajajajaja! ¿No por mi barrio, por cierto! Lo que hoy quería compartir, además de la broma, es la cruzada de esta semana, que vamos a tratar de que se sostenga por más tiempo… Dejemos que entre el IMPREVISTO…







Cómo?




Esa música que de repente escuchás en la radio,




Esa película que te invitan a ver, y que decidís ver,




Ese mail que por fin escribís,




Ese tecito que te animaste a probar, y que cual magdalena del querido Marcel te lleva adonde hacía mucho no ibas,




Ese amigo que aceptas en face, que hacía, ¿cuántos, veinte años?, que no veías,




Ese vos que tanta rutina desdibujó, y que hoy podés volver a encender…







Ese blog, que cuánto hace querés escribir.







Hoy, mi deseo es para vos, que tengas un Imprevisto. Y no te olvides que no hay buenos o malos imprevistos. Vos sos el que decide.







PD




¿Te agarró un piquete en la Ricchieri? Mmmm, ¿Qué haces hoy con eso?







¡Salud!


http://www.youtube.com/watch?v=w2besfb0bsY